En 1977, bajo el manto de la difícil transición española, Tristán Dardanella es enviado a la isla de Fuerteventura para que esclarezca dos enigmas. El primero tiene que ver con una especie de carta náutica descubierta treinta años antes por los nazis en un monasterio al norte de París. El segundo, sin embargo, se inicia con un chivatazo al otro lado del Atlántico.

Mientras solventa ambas incógnitas tentrá que enfrentarse cara a cara con su renuncia al amor y con la maldita muerte a la que no teme.